Rosa Herminia Guadalupe Govela Gutierrez
Nuestra amiga, compañera y hermana elegida Rosy Govela. Nació en Tehuacán Puebla y más de la mitad de su vida la paso en la sierra norte de Puebla, donde echó raíz para dar vida a la organización comunitaria en la defensa de la tierra y el territorio, el acceso a la educación superior desde su querido Centro de Estudios para el Desarrollo Rural o CESDER en Zautla la región y las comunidades de aprendizaje en las que tejió resistencias, saberes y sabores con mujeres de Cuetzalan.
Rosy tenía un espíritu generoso, de compañerismo, cooperación y empatía que se expresaba en su andar con las comadritas de Comaletzin, en los encuentros de la RedPAR, en los viajes con sus amigas y amigos del posgrado en desarrollo rural de la UAM-Xochimilco, en los diálogos para crear espacios o proyectos para mujeres rurales, campesinas e indígenas, en su vida familiar y sobre todo con sus hijos.
Su partida temprana de este plano material en el 2018, cayó de sopetón en nuestra vida, en la vida de muchas comunidades, organizaciones y personas que la amamos. Pues quedo pendiente seguir bailando y gozando el estar entre las amigas, entre sus compas, de continuar las reflexiones de nuestro trabajo desde el feminismo rural, desde el capitulo que escribió en sus últimos años, de seguir insistiendo en la perspectiva de género cada vez que se hablaba de problemas o situaciones de conflictos en las comunidades, de seguir reconociendo a nuestra amigas por todo lo que nos dan y damos.
Ahora esta pequeña semblanza sirva para decirle que fue semilla y ejemplo de defensora para muchas de nosotras, que ha germinado en nuestros corazones y continuamos caminando por un mundo posible para todas las mujeres rurales, campesinas, indígenas, para un mundo posible para todas sus queridas enredadas y comadritas.
Rosy, te seguimos visualizando bailando, alegre y en pleno gozo desde donde estás. Hasta siempre.